Ingredientes:
– 15 Movers con ganas de comerse el mundo
– Un coordinador
– Dos arquitectos
– Dos cucharadas de sorpresa
– Muchas ganas de fiesta
Cogemos los 15 Movers y al coordinador, los metemos en unos cuantos Uber y los mandamos a WeWork. Es importante añadir un coordinador que se agobie con las horas de llegada, si no, la receta puede que no salga como queremos.
Allí los mezclamos con la arquitecta Margarita para que les enseñe las instalaciones y les explique cómo funciona esta compañía.
Rápidamente, nos los llevamos a todos al City Council de NY. Insisto en que tiene que ser rápidamente, no vaya a ser que los Movers se relajen.

Una vez allí, añadimos al arquitecto Sergio, para que les haga ver la relevancia del arte  y la cultura en la ciudad de Nueva York.
En este momento es cuando le echamos a esta mezcla una cucharada de sorpresa. Si la mezcla se hace de la manera correcta, aparecerá el Concejal de Cultura del Ayuntamiento de NY.
Con la emoción en el cuerpo, les damos al equipo unas buenas hamburguesas de Shake Shack para que repongan energías.
Nada más terminar, les llevamos corriendo a ver a Ana, para que en 10 minutos les cuente a qué se dedica ella dentro del NYCEDC. No olvidarse de que las visitas sean express, para que los Movers se queden con ganas de preguntar más.
El siguiente paso es hornear un poquito al equipo antes de subir al ferry. Una vez en el ferry, les dejamos que les dé el aire, lo justo para que el Mover Pablo, pueda hacer sus fotos reglamentarias de postureo.
Después, les llevamos a New Labs para que se inspiren con todas las Start-Up que haya por allí.
Cuando ya estén inspirados, es el momento de meterles en el metro para que vayan al hotel a arreglarse. Tiene que ser un proceso muy breve, ya que, si los Movers se duchan, se pierde la esencia.
Ahora toca mezclarlos con becarios de la Fundación Rafael del Pino para que vayan cogiendo un poquito de sabor. Es el momento de añadir la otra cucharada de sorpresa. Hay que remover muy muy bien, y aparecerá el Cónsul de España en Nueva York.
Para terminar, añades las ganas de fiesta y dejas a los Movers reposar para que estén tranquilos en su salsa.
Y ya tenemos la receta del primer día en Nueva York.

Laura Rodriguez, Mover by FUE 6 edición.