Amanece en Nueva York
Amanece un nuevo día en Nueva York. Aún estamos en shock por las luces de Times Square, los atascos a las 1 de la mañana o los predicadores… Todos aquellos lugares comunes que las películas se han encargado de retratar y que, ahora sí, sabemos que eran un buen reflejo de la ciudad que nunca duerme, que tan bien inmortalizó Lorca en su «Poeta en Nueva York».
«No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie. No duerme nadie.»
Nuestro día comienza como siempre, con prisa, pues vamos a ir caminando hasta la sede central de WeWork. Aún así, conseguimos hacer una parada en la estación Grand Central y en el Flat Iron.
Una vez en WeWork, nos recibe Margarita Cabello dentro de un amplísimo salón lleno de elementos de ocio, e incluso un barista. Ana nos explica toda la filosofía dentro del diseño de WeWork y su afán por crear espacios orgánicos de trabajo que permitan fluir la creatividad de los trabajadores
Nos vamos corriendo, puesto que nos esperan en en Ayuntamiento de Nueva York, por lo que tomamos un taxi amarillo. Una vez allí, nos recibe Sergio Pardo para explicarnos su labor dentro del área de cultura del Ayuntamiento. Cuál es nuestra sorpresa cuando en mitad de la charla se abre una puerta detrás nuestra y aparece el Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Nueva York. Después de una breve charla, nos permitió hacerle algunas preguntas y tomarnos una foto con él.
Después de una parada para engordar en el Shake Shack, nos dirigimos al EDC de Nueva York. Allí, Ana Ariño nos explica brevemente la misión del EDC, aunque pronto nos tiene que dejar, debido al revuelo que va a suponer el Pride en la ciudad, pero nos deja con sus Products Managers, dos personas encantadoras que nos llevan a un paseo en ferry por el río para llegar al New Lab, una incubadora en el que caben todos esos proyectos que pueden mejorar la vida de la ciudad.
Después de la vuelta en ferry, tomamos el metro para regresar al hotel e ir a la cena con los becarios de la Fundación Rafael del Pino. Como siempre, vamos corriendo (creo que ya entiendo lo de Movers), pero llegamos a tiempo a la cena: ¡no podíamos perdernos la hora de barra libre!
Cuando llegamos, nos comentan que está con nosotros el cónsul de España en Nueva York, que nos dedica algunas palabras durante el brindis con todos los Movers y los Becarios Rafael del Pino. Todo un honor recibir esos ánimos de una personalidad tan importante.
Las bebidas corren y las risas y las experiencias se entremezclan. La noche está calentando y no ha hecho nada más que empezar. Nos vamos a un club con jazz latino en directo a continuar la aventura.
Pero eso es otra historia.
Pablo Bellido, Mover by FUE 6ª edición